El Consejo de Ministros ha aprobado un Real Decreto que permite la venta online de medicamentos de “venta libre”, es decir, que no requieren de prescripción médica (OTC).
Con un consumidor cada día más habituado a la compraventa de fármacos por Internet y ante la falta de garantías en las mismas, el objetivo de esta norma es doble:
- Garantizar la venta legítima y regulada de medicamentos elaborados industrialmente y no sujetos a prescripción médica, a través de Internet.
- Facilitar a los ciudadanos la identificación de los sitios web que venden legalmente medicamentos, diferenciándolos de los ilegales.
En cuanto a los requisitos, sólo las farmacias que cuentan con sede física y que además sean autorizadas, pueden vender OTC por Internet.
Condiciones básicas
- Establecimiento de un dominio y el alojamiento en un servidor que se encuentre en territorio europeo.
- Certificado de Seguridad para garantizar que los datos se cifren.
- Doble A en accesibilidad del portal Web.
- Validación de los sellos de seguridad.
- Información sobre el farmacéutico y el local físico.
- Un sistema formalizado de comercio electrónico (TPV virtual o Paypal).
- La información sobre los medicamentos OTC ofertados deberá corresponderse literalmente con el prospecto vigente autorizado por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios.
- La venta OTC no puede extenderse a empresas o mayoristas, sólo se puede vender al paciente, al particular.
Logotipo
Las farmacias autorizadas tendrán derecho a utilizar un logotipo, común para toda Europa, que las certifique como un sitio seguro en el que obtener fármacos. Ya se ha hecho oficial y sólo se diferenciará por la bandera del país desde donde opera la farmacia. Además, deberá estar presente en el propio establecimiento físico y en la web, en la que a través de un link llevará a un listado con todas las farmacias que operan legalmente.
Este nuevo sistema de dispensación por Internet, puesto en marcha desde el 1 de julio, supone una nueva vía de negocio para las farmacias españolas, ya que hasta ahora únicamente se podía vender productos de “parafarmacia” que no fuesen medicamentos.
Los establecimientos interesados deben notificar esta actividad a las autoridades competentes de su Comunidad Autónoma, tramitándose todo a través de la aplicación DISTAFARMA.
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