Cumplimos medio siglo a tu servicio, una vida dedicada a las farmacias, la distribución y la atención.
Pedro Romero, antigua empleado de Cofarte |
Dentro de una serie de entrevistas, en esta ocasión, tenemos el honor de entrevistar a Pedro Romero Hernández, antiguo empleado de Cofarte.
“Me considero una hormiguita que ha ayudado a que esto siga subiendo y subiendo, y es una satisfacción para mí, claro”
Pregunta. Háblanos de tu historia en Cofarte, Pedro. De esos comienzos de nuestra cooperativa.
Respuesta. Creo que no había cumplido los 16 y entré en febrero del 66. Yo venía del Centro, y en ese momento la cooperativa estaba empezando en La Salle, donde se despachaba todo a mano. Recuerdo que las cubetas al principio eran cestas de mimbre y una vez alguien dejó una colilla y empezó a arder una y don Bernardo Bencomo nos prohibió fumar allí. Debíamos ser unos sesenta trabajadores. Nosotros despachábamos, yo era despachador junto a otros compañeros, había unas señoritas que revisaban la mercancía y ponían el precio que, si pasaba de doscientas pesetas, había que mirarlo en un índice aparte porque eran unos precios especiales.
Para Santa Cruz y La Laguna había un furgón, que repartíamos a la una , que muchas veces iba yo en el furgón con el chofer ya que pasaba por casa y me dejaba. Para las demás zonas, norte y sur, empaquetábamos con una soga e íbamos a los chófer de las guaguas publicas (las llamaban por entonces guaguas rojas, porque las de Santa Cruz eran azules) y a cambio de una pequeña cantidad de dinero, ellos las entregaban en las farmacias. Las mandábamos al Puerto a Don Jose Ignacio Andrés Pérez, a doña Bienvenida González en Icod, en el sur a Don Luis Bencomo, Don Jose Luis Navarta.
Si los productos superaban las 200 pesetas había que mirarlos en un índice a parte porque eran unos precios muy especiales.
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