TODA UNA VIDA…al servicio de nuestros socios. Entrevista a Pedro Romero, antiguo empleado de Cofarte ~ Cooperativa Farmacéutica de Tenerife

martes, 9 de junio de 2015

TODA UNA VIDA…al servicio de nuestros socios. Entrevista a Pedro Romero, antiguo empleado de Cofarte

Cumplimos medio siglo a tu servicio, una vida dedicada a las farmacias, la distribución y la atención. 

Entrevistas Cofarte Pedro Romero
Pedro Romero, antigua empleado de Cofarte
¿Qué mejor que los protagonistas de esta historia, trozos de vida de la Cooperativa, vidas dedicadas a Cofarte... sean quiénes pongan voz a nuestro recorrido? 

Dentro de una serie de entrevistas, en esta ocasión, tenemos el honor de entrevistar a Pedro Romero Hernández, antiguo empleado de Cofarte.

“Me considero una hormiguita que ha ayudado a que esto siga subiendo y subiendo, y es una satisfacción para mí, claro”

Pregunta. Háblanos de tu historia en Cofarte, Pedro. De esos comienzos de nuestra cooperativa.


Respuesta. Creo que no había cumplido los 16 y entré en febrero del 66. Yo venía del Centro, y en ese momento la cooperativa estaba empezando en La Salle, donde se despachaba todo a mano. Recuerdo que las cubetas al principio eran cestas de mimbre y una vez alguien dejó una colilla y empezó a arder una y don Bernardo Bencomo nos prohibió fumar allí. Debíamos ser unos sesenta trabajadores. Nosotros despachábamos, yo era despachador junto a otros compañeros, había unas señoritas que revisaban la mercancía y ponían el precio que, si pasaba de doscientas pesetas, había que mirarlo en un índice aparte porque eran unos precios especiales.

Para Santa Cruz y La Laguna había un furgón, que repartíamos a la una , que muchas veces iba yo en el furgón con el chofer ya que pasaba por casa y me dejaba. Para las demás zonas, norte y sur, empaquetábamos con una soga e íbamos a los chófer de las guaguas publicas (las llamaban por entonces guaguas rojas, porque las de Santa Cruz eran azules) y a cambio de una pequeña cantidad de dinero, ellos las entregaban en las farmacias. Las mandábamos al Puerto a Don Jose Ignacio Andrés Pérez, a doña Bienvenida González en Icod, en el sur a Don Luis Bencomo, Don Jose Luis Navarta.

Si los productos superaban las 200 pesetas había que mirarlos en un índice a parte porque eran unos precios muy especiales.

P. ¿Cuántas farmacias serían más o menos?

R. No sé, serían 70 o 80 farmacias lo que pasa que la mitad compraban poquito. Las fuertes aquí en plaza (Santa Cruz - Laguna): don Pedro Évora y la mujer doña Encarnación García, que yo recuerde ¿no? Se me irá alguna. Don Diego Mota y doña Juana Domínguez y después compraba don José Acosta, don José González Palenzuela, don Joaquín Corominas, doña Elena Pardillo, doña Elina Bencomo, y unas cuantas más.

P. ¿Había mucha diferencia en el sistema de trabajo entre Garcilaso y La Salle? ¿Y en Los Majuelos?

R. Sí, aunque al principio en Garcilaso también las pasábamos canutas porque no teníamos ni carro para despachar, íbamos arrastrando las cubetas con una soga por toda aquella cooperativa grande, dábamos la vuelta alrededor, la mandábamos en una noria para abajo, después se empaquetaba y salía. era al hombro y en carretilla. Y tiempo después, con la llegada de la informática, cambiamos las cabezas y las calculadoras por los ordenadores.

P. ¿Tú que le dirías a la gente nueva Pedro que entra a la cooperativa?

R. Que lo coja como lo cogí yo, con cariño y con lucha y que es un futuro seguro, supuestamente, si no pasa nada raro. Que aquí podemos estar y que hay que pensar en el mañana.



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