Con motivo del 50 aniversario de Cofarte
entrevistamos a Rafael Hernández Pérez, gerente de Cofarte (1974- 2009). Una figura destacada en la trayectoria de nuestra Cooperativa.
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“Dediqué a Cofarte todo mi tiempo. Espero haber dejado un buen recuerdo en todos los que convivieron profesionalmente conmigo”
Pregunta. Háblanos de tu historia en Cofarte, del momento de tu incorporación…
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Rafael Hernández Pérez, gerente de Cofarte (1974-2009) |
Respuesta. Mi gestión como Gerente y Director Técnico de la Cooperativa tuvo lugar desde el verano de 1974 hasta finales de 2009. Creo recordar que
fue el 1 de agosto cuando el Consejo Rector acordó ofrecerme el puesto, siendo yo director técnico del Centro Farmacéutico de Tenerife (hoy Cofares). La verdad es que me lo pensé un poco porque ya tenía pensado abandonar el Centro y establecerme con oficina de farmacia, pero como bien es sabido, acepté. La verdad es que prefería el desarrollo de una labor gerencial dentro de una empresa que la oficina de farmacia.
En la fecha de mi incorporación el almacén
estaba ubicado en la calle Garcilaso de la Vega de Santa Cruz de Tenerife y el Presidente era Diego Mota Moraleda. Estaban también Bernardo Bencomo, José Andrés Pérez y Pérez, Gonzalo Coello de León, Araceli González Álvarez, bueno y quizás alguno más que no recuerdo...
Cuando me incorporé estuve un mes aproximadamente con el antiguo gerente y también había un jefe de administración.
El gerente se fue, el jefe de administración falleció y también había un jefe de personal en aquella época, que se marchó de la cooperativa, así que me quedé un poco solo, aunque después cubrimos los puestos rápidamente.
Al principio la cooperativa era un almacén donde había limitaciones de espacio para el crecimiento. Todo se realizaba manualmente, los despachadores llevaban sus cubetitas colgadas del hombro, con los vales de despacho que se tomaban a máquina en la centralita telefónica y todo era bastante laborioso. De ahí empezamos, poco a poco, con la evolución de los tiempos, de las cosas y de las técnicas a mejorar. El reparto se hacía prácticamente como ahora, en el sentido general, lo que pasa es que había menos rutas porque había menos farmacias.
P. Por esa época, hubo un gran incremento en el número de socios de la cooperativa, ¿cómo se produjo?
R. Bueno, para contestar a esto tendría que ser poco modesto y decir que en parte se debió a mi labor, pero la verdad es que fue así. Yo era un farmacéutico joven y con ganas de trabajar, que al mismo tiempo
estaba de secretario del Colegio Oficial de Farmacéuticos y tenía, hasta cierto punto, cierta popularidad. Así que empezamos a movernos y a hablar con los farmacéuticos que tenían farmacias pero que no eran socios de la cooperativa. Entre eso y que la cooperativa estaba progresando, dando mejor servicio,
logramos que empezaran a hacerse socios prácticamente todos. En tres años o cuatro creo que era todo el mundo socio de Cofarte, salvo dos o tres farmacias.
P. Mas socios, más prestaciones, cuéntanos como se adaptó Cofarte
R. Con el importante incremento de farmacias asociadas
creció considerablemente la facturación, pero también la necesidad de mejorar y diversificar el servicio al socio. Se establecieron nuevas rutas de reparto, se aumentó el número de vehículos para efectuar adecuadamente las entregas de mercancía, se pusieron en marcha los procedimientos informáticos para la gestión empresarial y se mejoraron los envíos a las islas menores.
La prestación de servicios y las condiciones comerciales cada vez eran más ventajosas para los socios y Cofarte se convirtió así en el principal almacén farmacéutico de la provincia.
En aquel momento,
la cooperativa tenía como clientes importantes a la Universidad y a los Hospitales y éstos consumían gran número de reactivos. Eso obligó a tener que aprovisionarnos de esos reactivos a los mejores precios y recurrimos a la importación directa. Se hacían muchas importaciones de Alemania de la casa Merck, se importó algo de Estados Unidos y de Japón. La sección de productos se convirtió en una sección importante de la Cooperativa porque el margen comercial que proporcionaba, además, era más importante que el de los medicamentos y todo lo que en esas secciones se ganaba, podríamos decir de más, se aplicaba a bajarles los precios de los medicamentos a los socios y mejorar los márgenes comerciales.
Con el importante incremento de farmacias asociadas creció la necesidad de mejorar y diversificar el servicio al socio.
Creció de manera notable la facturación de especialidades farmacéuticas y dietéticas, se consolidó el departamento de parafarmacia
y se creó el departamento de óptica incluyendo un taller de montaje, caso único en cooperativas farmacéuticas. El número de empleados fue aumentando paulatinamente a medida que iba aumentando todo.
P. Y un nuevo traslado, Cofarte se instala en los Majuelos
R. Con el paso del tiempo la capacidad del almacén resultó insuficiente y el Consejo Rector acometió la tarea de adquirir un terreno para la edificación de una nueva instalación, acorde con el volumen de negocio. En la nueva seden se establecieron los cimientos, con un sistema sencillo en sus inicios, de la futura automatización de la puesta y expedición de pedidos. Además,
se puso en marcha un nuevo departamento de Homeopatía y Veterinaria.
Se prestó especial atención a dos cuestiones fundamentales:
la informatización y la automatización de la puesta y expedición de pedidos.
En las nuevas instalaciones se produjo el despegue total de la cooperativa, amparado por la colaboración de los socios, la bonanza económica del sector farmacéutico y la acertada gestión empresarial.
P. Otro tema son las relaciones de COFARTE con otras cooperativas, háblanos de esas relaciones
R. Cofarte siempre ha participado activamente en la relación con las cooperativas farmacéuticas nacionales y con las instituciones y organismos locales, provinciales y autonómicos, fundamentalmente con las sanitarias y profesionales.
A destacar la estrecha colaboración con el Colegio Oficial de Farmacéuticos de la Provincia y con COFARCA.
Ha estado integrada en tres grupos cooperativos:
Edifa, Unycop y, finalmente, Farmanova, del que formamos parte en la actualidad.
También en la asociación de cooperativas Acofarma y en la banca Acofar (actualmente Bancofar).
P. La Cooperativa ha estado siempre en continua evolución; ¿cómo recuerdas tu última etapa?
R. En la última etapa de mi gestión
el Consejo Rector se planteó la construcción de un gran y definitivo almacén, para el cual se localizó el terreno adecuado y se encargó un anteproyecto. No cristalizó el proyecto, en parte por el retraso en la consolidación del plan urbanístico que condicionaba el terreno y, fundamentalmente, por la entrada del país den la situación de crisis económica que también ha afectado seriamente al sector farmacéutico.
En esa última etapa, el Consejo Rector,
tras consolidar el departamento de Marketing, de creación relativamente reciente, optó por potenciar la pura gestión comercial con una serie de servicios y prestaciones complementarias, ampliando considerablemente la oferta al farmacéutico socio.
En mis casi treinta y seis años de labor en la cooperativa ejercieron de presidentes de la entidad, de manera sucesiva, D. Diego Mota, D. Bernardo Bencomo, D. Francisco Bas, D. José Miguel Román Botana, D. José Manuel Barrios, D. Basilio Valladares, D. Antonio Padilla y D. Francisco Quintana.
En todos ellos encontré el máximo apoyo, por lo que me complace expresarles mi agradecimiento.